miércoles, 15 de julio de 2015

ASESINOS EN SERIE: HENRY LEE LUCAS Y OTTIS TOOLE


Henry nace en Virginia el 23 de agosto de 1936, fue un hijo no deseado, su madre (Viola Lucas) prostituta le crió a palizas y continuas humillaciones. 
Siendo crio vio a su madre prostituirse y golpear a su padre, Anderson Lucas, un alcohólico al que le faltaban las piernas. Soportó que le vistieran como si fuera una niña. Por supuesto se crió desnutrido, sin atención, sin educación ni valores. 
Sus primeras experiencias sexuales las mantuvo con animales a los que violaba para luego asesinarlos.
En 1950 los padres tuvieron una discusión que terminó con la marcha del padre. Para cuando lo encontraron al día siguiente estaba muerto y congelado en el bosque. Henry Lee no quiso quedarse a vivir solo con su madre y se marchó también, pero como era joven y no sabía hacer nada se dedicó a robar, lo que le llevó a reformatorios y a la penitenciaría. En la cárcel tuvo sus primeras experiencias sexuales con hombres y cuando salió de allí, en 1960, en el transcurso de una violenta disputa con su madre, Henry preso de un ataque de ira le propina diversas puñaladas que acaban con su vida y viola el cadáver de su madre. 
Le detuvieron y le sentenciaron a prisión y cinco años de reclusión en un centro psiquiátrico. Allí se le diagnosticó una psicopatía con desviaciones sexuales y sadismo.
En 1970 y sin estar curado abandonó la cárcel y se marchó a vivir a casa de su hermana y su cuñado. Estos estaban engañados respecto a su salud. Le creían curado. Henry Lee trató de no llamar demasiado la atención pero mató al perro de la familia, recordemos que violaba perros y ovejas a las que degollaba durante la violación para aumentar su excitación.
Más adelante se casó con una amiga de su hermana que tenía dos hijas. Ella trabajaba y él solía quedarse en casa con las niñas. Henry Lee violaba a la mayor (9 años) y obligaba a mirar a la menor (8 años). Un día, sin previo aviso, abandonó a la familia y se fue a recorrer el país. Estuvo asesinando en solitario hasta que en Miami conoció al que se convertiría en su amante y consejero: Ottis Toole, un psicópata apodado "el caníbal de Jacksonville". A Henry Lee Lucas se le relacionó con unos 300 casos más aunque él habló de 900. 
Otis Toole vivió una infancia lúgubre y de abusos marcada por una abuela satanista y una hermana que le sometió a todo tipo de perversiones sexuales desde que Ottis tenía seis años. A los 7 años ya se vestía de niña, era algo retrasado. Se libró de su hermana cuando a ésta la metieron en un reformatorio. Entonces se hizo amante de un vecino. Le fascinaba el fuego y se masturbaba después de prender fuego a una casa. Se convirtió en un adicto sin recuperación a las drogas y el alcohol antes de cumplir los diez años. Con 13 años se ofrecía gratis para hacer felaciones a los borrachos, con 14 años cometió su primer asesinato y cuando tenía 25 ya había cumplido trece condenas. Ligeramente retrasado pero con una gran fortaleza física era "la fuerza" de la pareja.
Años después Toole se enamoró de Henry Lee Lucas sin saber que ambos tenían la misma perversión necrófila y el asesinato. A Ottis le faltaba la inteligencia que tenía Henry Lee, y a éste le faltaba la fuerza bruta de Ottis. Ambos descuidaban su higiene pero lograban acercarse a las personas por su "simpatía".
Juntos se dedicaron a asesinar y descuartizar por la autopista I-35 repartiendo luego los trozos por todo el país, lo que hizo que la policía tuviera problemas para encontrar pistas. Henry Lee Lucas violaba y asesinaba preferentemente mujeres usando un cuchillo, y Ottis se dedicaba a los hombres y les disparaba. Ambos violaban a sus víctimas, después las asesinaban y descuartizaban y después las volvían a violar. Ottis no abandonó su piromanía y juntos quemaron vivo a un anciano en su casa mientras observaban como pedía auxilio asomado a la ventana.
Una sobrina de 15 años de Otis (que parecía tener diez años) se unió a la pareja en sus andanzas. Llamaba a las puertas de las casas mostrando su inocente aspecto y cuando se abrían las puertas entraban de golpe los tres. Se hizo novia de Henry y los problemas con Ottis comenzaron, porque Henry, que quería comportarse como una persona normal, dejó de asesinar para dedicarse a su novia. Durante un tiempo incluso se dedicaron a cuidar de una anciana, pero Henry no aguantó mucho tiempo y decidieron volver a la carretera. Tras vivir en otro pueblo la joven pidió a Henry que le llevara a ver a su familia a Florida. Esto no gustó a Henry pero aún así aceptó. Hicieron auto-stop y surgió una discusión que terminó con la jovencita asesinada con el famoso cuchillo de Henry, directo al corazón. Una vez muerta la violó. Más adelante diría que aquel fue el mejor polvo con su chica. Volvió a visitar a la anciana que la chica y él estuvieron cuidando sólo para asesinarla y esta vez había pistas tras él. Al final fue detenido y terminó confesando no sólo sus dos últimos crímenes sino tantos otros de los que ni siquiera era sospechoso. Con Henry Lee caía también Ottis, que fue detenido y hasta confesó haber compartido algunos de los crímenes de su amante. A Ottis le cayó cadena perpetua y murió finalmente en la cárcel, y a Henry, pena de muerte. Esta fue rechazada finalmente en 1988 y Henry siguió vivo en prisión con un cómputo de 11 asesinatos demostrados. De todos modos creen que es responsable de ciento cincuenta y siete asesinatos, de los cuales ciento ocho los cometió en compañía de Ottis.
¿Secta Satánica?
Además de la crueldad de sus crímenes, los dos personajes confiesan otro hecho muy inquietante: Ottis asegura tener relación con una secta satánica, para la cual los dos asesinos secuestrarían niños, con los cuales se llevarían a cabo sacrificios rituales, pornografía dura e incluso películas snuff, en las cuales se tortura a la víctima y se la mata lentamente mientras una cámara graba las escenas en un plano fijo.
Según unas declaraciones de Toole: " Hubo una época en que ganábamos dinero vendiendo niños a México, que empleaban para películas porno... otros los vendían directamente a gente rica... teníamos una especie de altar y les rajábamos la garganta, bebíamos la sangre y a veces cocíamos los cadáveres... a veces los nuevos miembros cortaban los cuerpos antes de follárselos... y después follaban a los animales y los mataban... y después había una gran fiesta durante la cual comíamos a alguien y a los animales..."
Esta cuestión presenta gran cantidad de dudas, pues la policía nunca pudo probar la existencia de este grupo de satanistas como estructura organizada.

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